Hola, me llamo Pablo y vivo en Illora-Granada. Este es mi blog del colegio. Mi maestro es Antonio Castro, que es muy bueno. Y mi colegio es el Gran Capitán.

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Hello, my name is Pablo and I live in Illlora-Granada. This one is blog of the school. My teacher is Antonio Castro, that is very good. And my school is the Great Captain.

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sábado, 24 de noviembre de 2012

El nacimiento de un nuevo ser (conclusión final)

Esta lectura me ha ayudado a comprender el tema de cono ya que explica mejor las fases del nacimiento de un bebé.
      En cuanto a la forma de dar el tema, la verdad es que prefiero el sistema de siempre, será porque estoy más acostumbrado, pero me lío menos.

Elena

Elena es una preciosa niña de pelo castaño y ojos oscuros y tristes. Vivía en la ciudad con sus padres. Era una niña feliz a la que le encantaba jugar con sus amigos, pero un terrible accidente acabó con la vida de los padres de Elena y con la vida que la niña había conocido.
    Entonces, se tuvo que ir al pueblo donde vivía su abuelo, y allí Elena no tenía amigos. Un día para distraerse, cogió un lápiz, una goma y un cuaderno y se puso a escribir. Al principio escribía historias cortas, en las que ella y sus padres hacían estupendos viajes o vivía fantásticas aventuras con sus amigos de la ciudad. Con el tiempo, esas historias se iban haciendo cada vez más largas, hasta que una se convirtió en un libro. Cuando su abuelo lo leyó, le gustó tanto que lo llevó a una imprenta para que hicieran varias copias.
    Esa fue la primera novela de Elena, que con los años se ha convertido en una gran escritora, que ha publicado varios libros y que gracias a ellos, volvió a ser feliz.

El águila calva


El águila calva es un ave rapaz cuyos especímenes más grandes pueden pesar más de 7 kilos y medir aproximádamente 2,5 metros. Su cabeza es de color blanco y de ahí le viene el nombre de águila calva, ya que hace tiempo “calvo” significaba “blanco”, por lo que en realidad su nombre debería ser águila de cabeza blanca. Tienen el pico amarillo y con forma de gancho, el resto del cuerpo es marrón oscuro. Su cara es ovalada igual que su pico y los ojos redondos. Sus alas son alargadas y rectas. Sus patas son amarillas y con grandes garras para atrapar a sus presas.
Se alimenta sobre todo de los peces que caza, aunque no deja de ser un ave carroñera.
Es la única especie de águila exclusiva de Norteamérica, además es el símbolo nacional de E.E.U.U. y a pesar de esto estuvo en peligro de extinción.

La casa del futuro y el robot mágico (conclusión final)

Aunque sería fantástico tener un robot que lo hiciera todo por nosotros, eso no es posible, ni tampoco necesario. Cada uno tiene que responsabilizarse de sus cosas y repartirse entre todos las tareas.  Es justo, aunque reconozco que en realidad no es así, que el trabajo de la casa se reparta de forma equilibrada entre todos los miembros de la familia.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Conclusión final Los deseos

Es bonito soñar, siempre que esos sueños no nos impidan disfrutar o estar contentos con lo que tenemos. Muchas veces le damos demasiada importancia a las cosas materiales, cuando realmente lo que nos puede hacer más felices son las cosas que no se pueden comprar, como el amor, la amistad, la familia, la paz o la salud.

martes, 16 de octubre de 2012

CONCLUSIÓN FINAL LA PAJARITA DE PAPEL

Más importante que tener regalos caros y muchas cosas, es tener a tu lado gente que te quiera y que se preocupe por ti y compartir con ellos las cosas, sobre todo el tiempo.

Cuento

MI MEJOR AMIGO
Me llamo Pablo y soy un niño bastante normal. Ni gordo ni delgado, ni alto ni bajo, con un pelo castaño normal y unos ojos marrones normales. Pero cuando era pequeño, era bastante más tímido de lo normal y tenía pocos amigos. Casi siempre estaba solo y mis padres estaban preocupados.
Por eso, cuando cumplí 6 años, decidieron regalarme un perro, pensando que con él podría jugar, y que me sentiría menos solo.
Fuimos los tres a una protectora de animales, y nada más llegar vi a Rufo. Era un podenco de unos 6 años, al que sus dueños habían abandonado. Era de color marrón con manchas blancas y unos ojos muy tristes con los que se me quedó mirando. Tuve claro que ese perro era para mí. Y así llegó Rufo a casa.
Al principio, era todavía más tímido que yo y casi no se movía de su rincón, pero poco a poco nos fuimos conociendo y aprendimos a confiar uno en el otro.
Rufo me esperaba en la puerta del colegio, volvíamos a casa juntos y nos pasábamos el día jugando.
Me enseñó a confiar en los demás y me ayudó a hacer nuevos amigos.
Rufo ya está mayor y no puede correr como antes. En vez de ir a esperarme a la puerta del colegio, me espera en la puerta de mi casa. Cuando me ve levanta las orejas y empieza a ladrar, viene despacito y me lame las manos.
Ahora tengo muchos amigos y salgo más con ellos, pero a ninguno quiero tanto como a Rufo y sé que ninguno me quiere tanto como Rufo me quiere a mí.

La plaza de Íllora



LA PLAZA DE MI PUEBLO

La plaza, con los años, se ha reformado varias veces y ha tenido varios nombres: del Generalísimo, de la Constitución, etc, y ahora se llama Plaza de San Rogelio.
Si subimos por la calle Carnicería, nos encontramos de frente con la Iglesia y la calle Cuesta Hospital. A la derecha, la calle Cárcel y a la izquierda, la calle Real.
El templo es de estilo renacentista con rasgos góticos. Es de nave rectangular, con una gran torre- campanario. Actualmente tiene dos entradas: la de La Encarnación (frente a la plaza) y la de San Pedro (en la cuesta Hospital).
En la plaza hay una zona por donde pasan los coches y otra para las personas. En esta última zona, hay un pilar en el centro y una fuente a la derecha; a la izquierda hay varios bancos para que la gente se siente. También hay árboles y papeleras.
Está rodeada de edificios: casas, tiendas, bares, etc, aunque el más importante después de la iglesia, es el edificio de la biblioteca, que se construye hacia 1738, siendo originalmente de estilo neoclásico. En su inicio fue construido como pósito municipal, para ser destinado después a casa consistorial y en la actualidad, después de que fuese reformado hace unos años, se dedica a biblioteca (1º planta) y museo (2º planta)
Antiguamente, en la plaza se celebraban las fiestas y se ponían los puestos y los columpios, pero actualmente sólo se celebra allí una pequeña fiesta el día de San Rogelio.


                                                                                    La Plaza a principios del S. XX 

 
 
Iglesia Ntra. Sra. de la Encarnación   

                         

                                                       Vista parcial de la Plaza S. Rogelio en la actualidad.






miércoles, 30 de mayo de 2012

Conclusión final (el espantapájaros)


Muchas veces estamos tan preocupados por cuidar lo que tenemos, que no somos capaces de disfrutar de esas cosas. Podemos ser mucho más felices compartiendo con los demás lo que tenemos  y viendo felices a los que nos rodean, que guardándonos para nosotros solos esas cosas, aunque sea más de lo que necesitamos y veamos que hay gente que lo necesita más.

Final alternativo (el espantapájaros)


Cuando al espantapájaros casi solo le quedaba su corazón de granada, el labrador se acercó enfadado a él, y de pronto un rayo que venía del cielo cayó sobre los dos, convirtiendo al labrador en una gran piedra tan dura como su corazón y al espantapájaros en un joven guapo y amable al que todos, animales y personas querían y respetaban.

martes, 29 de mayo de 2012

El canario de mi abuelo

A mi abuelo le gustaban mucho los pájaros, pero su favorito era un canario que le regaló mi tito. Mi abuelo lo llamó Pavaroti, porque cantaba mejor que ningún otro pájaro que él hubiera tenido. Pavaroti estaba callado hasta que mi abuelo abría la puerta por las mañanas y le ponía agua y comida, entonces empezaba a cantar (decía que era el único que le daba los buenos días todas las mañanas) y ya no paraba hasta que cerraba la puerta por la noche.
Pavaroti es pequeño, con las plumas de color amarillo por todo el cuerpo, menos la puntas de las alas que las tiene verdes y la barriga blanca. Tiene la cabeza pequeña y muy redonda, con unos agujeros muy pequeños a los lados, que son sus oídos. Los ojos negros son poco más grandes que la cabeza de un alfiler. Su pico pequeñito y puntiagudo es de color naranja. Las patitas las tiene cortas y muy finas.
Cuando mi abuelo se fue se lo quedó José, su vecino de enfrente, que también le gustan mucho los pájaros y siempre ayudaba a mi abuelo a cortarle las uñas a Pavaroti.Algunas veces cuando pasamos por la puerta de José, lo escuchamos cantar, por eso sabemos que está contento, y que eso le gustaría a mi abuelo.

jueves, 10 de mayo de 2012

La gota que colma el vaso

A pesar de que el agua es imprescindible para la vida, nos dedicamos a malgastarla y a contaminarla. Todos debemos concienciarnos de lo escasa que es, no desperdiciarla y procurar que todo el mundo pueda disfrutar de ella. Si no lo hacemos, pronto nos faltará, y tendremos grave.

El pingüino emperador

Una vez, durante las vacaciones, mi familia y yo estuvimos en un parque de animales exóticos.
Uno de los que más me gustaron fueron los pingüinos emperadores.
La guía del parque nos explicó que los pingüinos viven en la Antártica. Son aves marinas con el cuerpo cubierto de plumas largas y duras, dos pequeñas alas que les sirven para nadar, aunque no pueden volar,
y tienen el pico largo, duro y curvado hacia abajo.
De todos los pingüinos, el emperador es el más grande. Cuando son adultos miden de 1,10 m. a 1,20 m. y pueden pesar hasta 40 o 45 Kg.
Su posición es vertical gracias a sus pies largos y planos, que les permiten andar sobre ellos, aunque la verdad es que en tierra son bastante torpes y lentos, nada que ver con lo que son capaces de hacer en el agua, donde son rapidísimos y pueden estar debajo de agua más de 12 minutos seguidos.
Los pingüinos suelen tener la misma pareja toda su vida, y ponen huevos una vez al año, en invierno (otras especies de pingüinos ponen dos o tres huevos, pero los emperadores solo ponen uno).
Son los padres los que se ocupan de incubar los huevos, y cuando nacen las crías las cuidan entre el padre y la madre.
Los pingüinos se alimentan de peces y crustáceos, y tienen que tener cuidado con que a ellos no se los coman depredadores como los leopardos marinos y las orcas.
A mí me parecen unos animales muy simpáticos, que parece que van vestidos como para ir a una fiesta. Lástima que no se puedan tener en una casa de mascotas (nos congelaríamos).

miércoles, 9 de mayo de 2012

Mi maestra de Educación Física

Los martes a última hora llega a la clase nuestra maestra de E.F., Clemen, y después de charlar un ratito nos bajamos al patio a trabajar.
Clemen es de estatura mediana y tiene los brazos y las piernas fuertes por el ejercicio. Yo le calculo unos cuarenta años, aunque si tiene menos espero que no se entere.Su piel es clara y su cara más bien ovalada, con unas cejas anchas aunque perfiladas, ojos marrones, nariz larga y labios finos, tras los que se ven cuando sonríe unos dientes blancos y parejitos. Esconde las orejas bajo un pelo liso y largo de color castaño, que suele llevar suelto. En cuanto a barba y bigote, afortunadamente, no tiene.
Siempre la he visto con chándal, normal siendo la maestra de E.F., pero la verdad es que no me la imagino con tacones.
Clemen es simpática y agradable, con sentido del humor y no regaña demasiado, ni se enfada con facilidad. Lleva siendo nuestra maestra de E.F. varios años, y además me gusta como es, por eso le tengo mucho cariño y he querido describirla a ella.

miércoles, 25 de abril de 2012

Mi taza

Hace un par de años, para mi cumpleaños me regalaron esta taza.
Más que una taza es un tazón redondo con asa. Es de loza blanca y brillante. No podía ser de otro color, porque es una taza del Madrid, por eso tiene dibujado el escudo en el centro y el ¡Hala Madrid! en la parte de abajo.
Desde que me la regalaron, la uso todos los días, primero para desayunar y después, por la tarde, para merendar mi leche con cereales, que me encantan.
Aunque parezca una taza normal, yo le tengo mucho cariño, porque la persona que me la regaló es muy importante para mí y por eso espero que sigamos desayunando y merendando juntos muchos años.

Un perro callejero

En la plaza del ayuntamiento estaba sentado un perro; estaba muy triste, seguramente porque lo habían abandonado. Era un perro de raza y, al acercarme, vi su nombre en el collar, se llamaba “Chuqui”. Tenía el pelo corto y sucio, a trozos del color del carbón y a trozos del color de la nieve, o dicho más seriamente, de color negro y blanco. Tenía la cabeza pequeña y las orejas puntiagudas. Sus ojos eran marrones y el hocico gordo, con una boca grande y unos dientes afilados y amarillos. Las patas las tenía largas y el rabo fino como una tripa de chorizo.
Además de todo eso, tenía una expresión tonta y antipática, aunque cuando se puso de pie y comenzó a correr y a saltar, vi que eso sí se le daba bien.

Tiburón, el perro valiente

Mi familia y yo vivimos en una granja alejada del pueblo, a la que sólo se puede llegar por un carril con bastantes baches y que en invierno es muy difícil atravesar, sobre todo cuando nieva. Allí mi padre cría muchos animales: ovejas, cabras, cerdos, caballos, conejos, gallinas, etc., que luego vende en el mercado.
Desde que me acuerdo, “Tiburón” vive con nosotros, es un collie, con el pelo marrón y blanco, muy largo y brillante y unas largas patas, que siempre está dando vueltas por la granja, entrando y saliendo de la casa; aunque lo que más le gusta es ir pegado a mi padre cuando está trabajando.
Pero el invierno pasado ocurrió algo.
Nevaba mucho y era de noche. Entonces, mi padre decidió salir a dar una vuelta a los animales y de camino traer leña para la chimenea. Mientras, mi madre preparaba la cena y mi hermano y yo jugábamos al ajedrez.
Pasó un buen rato y mi padre no volvía, por lo que mi madre, nerviosa, decidió salir a buscarle. Al momento empezó a gritar llamándonos. Mi padre había resbalado y se había golpeado la cabeza, tenía sangre y estaba inconsciente. Lo llevamos a casa, le quitamos la ropa mojada y lo metimos en la cama. Mi madre lloraba, porque no sabía qué hacer, el teléfono no funcionaba y mi padre era el único que sabía conducir.
Todos estábamos tan preocupados que no nos dimos cuenta de que “Tiburón” también había desaparecido.
Había pasado casi una hora cuando tocaron a la puerta. Era el médico que venía con una ambulancia y con Tiburón. Nos contó que Tiburón llegó a su casa nervioso, casi sin aliento, y no dejaba de ladrar y tirarle del pantalón, así que se imaginó que algo grave pasaba en la granja.
Se llevaron a mi padre al hospital y mientras mi madre estaba con él, mi hermano y yo nos quedamos con la familia del médico.
No sabemos cómo Tiburón supo donde tenía que ir y cómo pudo llegar, pero lo cierto es que salvó la vida de mi padre.

El enano gigante y el gigante enano

Esta lectura me ha enseñado que a veces podemos rechazar a otras personas sin conocerlas, y pensar que son nuestros enemigos solo porque creemos que son diferentes a nosotros, pero que si nos molestamos en conocerlos y ver cómo son, nos daríamos cuenta de que en el fondo todos somos muy parecidos y podemos llevarnos bien.

Los días de Elé

Todos los niños del mundo tienen derecho a ir a la escuela, aprender cada día algo nuevo y tener tiempo para jugar. Es muy triste que hoy en día en muchos países haya tantos niños que se vean obligados a trabajar para poder comer, mientras que en otros sitios se tira el dinero en cosas sin importancia.
Pienso que la gente que gobierna los países deberían de preocuparse más por los derechos de los niños y por su educación, porque los niños de hoy seremos adultos dentro de unos años, y de cómo vivamos ahora y de cómo nos eduquemos dependerá nuestro futuro.

Isla Encantada

En la parte más alejada de un gran océano, existía una pequeña isla que no aparecía en ningún mapa.
Sus habitantes la llamaban Isla Encantada. A simple vista era una isla como tantas otras, con su bosque, sus montañas, sus ríos, etc.. , pero en su interior había algo que la hacía distinta de cualquier otro lugar. El rey era un león, que llevaba siempre puesta una larga capa y su corona, la alcaldesa era una jirafa que iba a todos sitios con su vara de mando, los policías eran un grupo de ocho tigres, que además eran primos. Los comerciantes, el maestro, el cura, el banquero…, todos los habitantes eran animales. Había monos, elefantes, ardillas, avestruces…
Todos tenían bonitas casas y algunos tenían coche, aunque había un autobús conducido por dos monos (uno se encargaba del volante y otro de los pedales) que recorría la ciudad varias veces al día.
Llegué a Isla Encantada después de que el barco en el que viajaba naufragara. Lo primero que vi cuando abrí los ojos en el hospital fue a una hipopótama gordita que me sonreía, era la enfermera. Me dijo que no me preocupara, que no tenía ninguna herida grave. Yo no podía creer lo que estaba viendo.
Cuándo salí del hospital me encontré con una ciudad preciosa, con palmeras por todas partes y toda clase de animales, vestidos, unos con trajes, otros con chándal, haciendo una vida tan normal como la de cualquier ciudad que yo hubiera conocido. En Isla Encantada todo el mundo tenía su trabajo y eran felices. Además, todos eran muy amables conmigo. Incluso el rey, me invitó a cenar en su gran barco, y me regaló una insignia de la ciudad y cuando terminamos de cenar, me dijo que cogiese el timón. No me lo podía creer: ¡estaba conduciendo el barco de un rey león y tocando la sirena! ¡¡¡Puu, puuu, puuu!!!
-¡Pablo!, ¿no oyes el despertador?
Era mi madre, todo había sido un sueño.
Cuando me levanté de la cama, algo se me cayó del bolsillo del pijama. Era una insignia dorada con una palmera en el centro.
Todo había sido un sueño, o no.

Las galletitas

Algunas veces, cuando nos pasa algo, lo primero que pensamos es que es culpa de otro, por ejemplo, si se nos pierde algo pensamos que alguien nos lo ha quitado, en vez de pensar que nosotros no hemos tenido cuidado, y al final muchas veces nos damos cuenta de que nos habíamos equivocado. Por eso, antes de pensar mal de alguien o afirmar algo, deberíamos asegurarnos muy bien. Así no haríamos daño a otros y nosotros no nos sentiríamos avergonzados.

viernes, 24 de febrero de 2012

MI DESPERTADOR

Esta navidad los Reyes me trajeron este reloj-despertador.
Es un reloj muy alegre, porque los números aparecen en colores (la hora en rojo, los dos puntitos que separan la hora de los minutos en verde claro y los minutos en amarillo oscuro y en rojo). Tiene forma rectangular y por fuera también es de varios colores:
la parte de delante es amarilla y el resto azul, con los botones para poner el reloj en hora y para poner y quitar la alarma del despertador en rojo, verde y amarillo.
El reloj es de plástico y puede funcionar con pilas y con cable, las pilas sirven cuando no hay luz y el cable cuando hay luz.
Lo tengo en mi habitación y, como es digital, no hace ruido como los que tienen agujas, por lo que no me molesta para dormir.
Yo tenía muchas ganas de tener un reloj así, porque cuando me despertaba por la noche y por la mañana no sabía qué hora era; y además, ahora cuando tengo partido los sábados, pongo mi alarma y así estoy tranquilo con que mis padres no se vayan a quedar dormidos.

viernes, 17 de febrero de 2012

Los dos cortijeros (mi versión de la fábula de la cigarra y la hormiga)

José y Luis vivían cada uno en un cortijo cercano.
José se dedicó a plantar semillas de muchos tipos, las cuidó y cuando llegó la hora recogió las cosechas. También crió cerdos y gallinas, además antes de que llegara el frío, guardó leña en su leñera.
Mientras, Luis se dedicaba a salir de fiesta, bañarse y dormir.
Cuando llegó el invierno, Luis no tenía comida ni leña y le pidió ayuda a José.
Al principio pensó decirle que no, pero le dio pena y le ayudó a pasar el invierno; aunque le puso una condición: que cuando pasara el frío, se fuese a trabajar con él todos los días, y así lo compartirían todo el próximo invierno.

Animales con mala fama

Algunos animales y también algunas personas tienen una mala fama que en realidad no se la merecen. Por eso no debemos creernos todo lo que nos dicen y cuando sepamos cómo son en realidad, entonces crearnos nuestra propia opinión.

La flor más bonita (mi versión)

Había una vez un hombre muy anciano que cuidaba con todo su cariño de un pequeño jardín. Se pasaba las horas regando, podando y mimando sus preciosas flores.
Para él todas eran bonitas, pero había una planta que era muy especial; se la había enviado su hijo, que vivía muy lejos y hacía varios años que no se veían. Por más que abonaba la planta y estaba pendiente de ella, no conseguía que floreciera.
Una mañana, cuando ya casi había perdido la esperanza, al llegar al jardín vio que en la planta había florecido la flor más bonita que nunca había visto. Se puso de rodillas delante de ella y mientras la miraba con lágrimas en los ojos escuchó un ruido. Se volvió y vio a su hijo al final del jardín.
La flor había esperado a que estuviesen juntos para nacer.

La conclusión que he sacado de la lectura es que la mentira no sirve para nada. Es mejor decir la verdad, aunque creamos que vamos a salir perdiendo.

Los clavos y los amigos

La lectura me enseñado que si tengo mal carácter no voy a tener tantos amigos como si no tuviera mal carácter y que hay que controlar lo que decimos.

Descripción de mi padre

Mi familia la formamos mi padre, mi madre, mi hermano mayor y yo. Hoy voy a hablaros de mi padre.
Mi padre se llama Fernando de Reyes Garví y tiene 42 años. Si me pongo a su lado, considero que es bastante alto, aunque la verdad es que cuando está al lado de sus amigos no parece tanto, sino más bien normalito, sobre todo teniendo en cuenta la “barriguita”, de la que presume durante casi todo el año, menos en la época de la aceituna, que como tiene que recoger la de mi abuelo y el pobre no está acostumbrado, se queda hecho un figurín.
Mi padre tiene el pelo corto y tieso (no liso, tieso) y antes era de color negro, aunque últimamente se le está cubriendo de una sospechosa capa blanca que, aunque él dice que no es porque se esté haciendo mayor sino por los malos ratos que le da la vida, yo creo que es bastante feliz y que por lo tanto la culpa la tienen los años.
Tiene la cara redonda y la piel suave, sobre todo los domingos cuando está recién afeitado, la nariz “porrotuda” de los Reyes -según mi madre- y unos labios muy rojos y pequeños.En cuanto a sus brazos y sus manos son enormes, pero no de los que dan miedo, sino de los que abrazan con fuerza. 
Mi padre es más bien callado, aunque él dice que no es que no le guste hablar, sino que con lo que habla mi madre a él no le da tiempo de decir más cosas.
Es bastante gracioso y nos reímos mucho con él, aunque cuando dice a ponerse serio no hay quien le gane.
Normalmente, para trabajar se viste con vaqueros y la primera camisa que pilla, menos cuando tiene una reunión, que se pone su traje y su corbata y va hecho un pincel.
Aunque no tiene mucho tiempo, cuando puede le gusta jugar con mi hermano y conmigo al fútbol en el patio y a la play, pero lo que más me gusta son las luchas que echamos algunas noches en la cama cuando me voy a acostar. 
En fin, mi padre es “MI PADRE”.

viernes, 13 de enero de 2012